¿Crisis del turismo?

La vida es un viaje. Al menos eso dicen. Y las vacaciones vendrían a ser un viaje dentro de ese viaje maravilloso y aterrador al que llamamos existencia. Filosofías a parte, ya sea para rumbear hacia su destino o hacia una isla en el Caribe, los viajeros necesitan dinero. Cash. Credit card. Cheques. Cheques viajeros. Tarjetas de débito. O algo que se parezca mucho a todo eso.

Tradicionalmente vacacionar ha sido una de las tantas actividades que se disfrutan primero y se pagan (o padecen) después. Salir de vacaciones es, en definitiva, uno de los tantos sinónimos que posee la antigua tradición de pedir prestado. Aunque también, al menos en los últimos 15 años, fue una costumbre asentada sobre todo entre los europeos, ahorrar durante un periodo de uno o dos años para luego irse un mes de vacaciones a un lejano lugar del mundo. Otra opción bastante aceptada por parte de los más jóvenes, ha sido la de trabajar por un periodo de tiempo similar con el propósito de tomarse un año sabático profundizando en el conocimiento de otras culturas. Claro, estas atentas costumbres se han enfrentado con una palabra que hace tiempo no aparecía en la agenda de las clases medias de los países desarrollados: crisis. Con ella han ido apareciendo otras más, como inseguridad laboral, desempleo, estancamiento profesional y, finalmente, desaparición del crédito.

La industria ha tomado debido apunte de ello. Los primeros números del año, proyectan una temproada 2009/10 más acotada que las anteriores. Pero la pregunta que todos quisieran ver respondida ahora mismo sigue entre puntos suspensivos: ¿Será realmente un año crítico para la industria turística?

Veamos algunas hipótesis oficiales. Esta semana concluyó la Feria Internacional del Turismo de Madrid, en el marco de la cual la Organización Mundial del Turismo de Naciones Unidas, informó que a pesar del ligero aumento del 2,0 del turismo internacional en el conjunto de 2008, alcanzando los 924 millones de turistas, la crisis ya le está pasando una factura a esta actividad y durante la segunda mitad del año pasado sufrió una retroceso del 1,0 por ciento, el primero desde 2003. El secretario general designado de la organización, Taleb Rifai, advirtió que en 2009 el sector experimentará, en el mejor de los casos, un estancamiento, y, en el peor, una contracción en torno al 2,0 por ciento.

De estos datos fríos pueden sacarse varias conclusiones. Una de ellas es que los números en baja no son dramáticos. Sin embargo, hay una estadística que podría marcar una tendencia perjudicial: desde 2003 que el turismo no sufría una caída en su progreso.

 

Decisiones emocionales

 

Esta industria más que ninguna otra está fuertemente atada a las emociones de los individuos. Es al día de hoy que los expertos en el mercado aseguran que, más allá de las bajas pronosticadas, se deben computar una serie de decisiones que se tomarán cuando la temporada esté por comenzar, y que terminarán afectando las estadísticas. Esta simple lógica del pensamiento, que en épocas de estabilidad no se aplica, debería ponerle los pelos de punta a cualquiera con inversiones en el rubro. El condimento emocional atraviesa de lado a lado el negocio turístico. Dicho y explicado esto, sólo queda esperar por los comportamientos masivos y, en algunos casos, orar.

Las teorías positivas al respecto no abundan pero al menos tienen la virtud de ser un consuelo. Abajo algunas de las que ocupan por estos días la cabeza de la industria sin chimeneas.

 

  1. Existe la posibilidad de que justamente debido a la crisis, la masa de jóvenes e integrantes de las clases medias administrativas y burguesas (de Estados Unidos, Japón, Alemania, entre los países que más viajan), decida viajar como una manera de olvidarse del crack financiero. Si todo está perdido, amemos y bailemos.

  2. Que la suma de estrategias de venta de paquetes turísticos a precios más bajos y del acceso al viaje en cuotas, por obra y mérito de las aerolíneas y las grandes casas de turismo asociadas a cadenas de hoteles e incluso posadas, den por resultado unas vacaciones económicas. Veamos sino lo que haciendo ahora mismo la aerolinea Lan con los pasajes premium.

  3. Que el temor al fantasma de la crisis genere una baja generalizada de las tarifas que hará que una clase social que de todos modos pensaba viajar, efectivamente lo haga, y se le sume otra que hasta ese momento ni siquiera lo tenía apuntado en su agenda.

  4. Que ante la palpable caída en la venta de pasajes y paquetes, efectivamente las empresas del rubro bajen ostenciblemente sus espectativas a último momento con lo cual se observarán fuertes descuentos en los valores acostumbrados para los meses de junio y julio, y octubre, noviembre e incluso diciembre.

     

Durante 2008, y siguiendo con datos oficiales: “todas las regiones mostraron resultados positivos, salvo Europa, que soportó un estancamiento del número de llegadas de turistas. Los mejores resultados fueron los de Oriente Medio, con un aumento del 11,0 por ciento, África (+5,0 por ciento) y los países de América (+4,0 por ciento), en este último caso gracias a la fortaleza de los viajes a Estados Unidos hasta agosto y el comportamiento favorable de la mayoría de los destinos de América Central y del Sur. Y, a pesar de la crisis global, en 2008 varios destinos del mundo obtuvieron resultados muy alentadores, entre ellos Honduras, Nicaragua, Panamá, Uruguay, Corea del Sur, Macao (China), Indonesia, India, Egipto, el Líbano, Jordania, Marruecos y Turquía”.

Se espera que en 2009 las regiones más afectadas serán América y Europa, ya que la mayor parte de sus mercados emisores se encuentran o están entrando en recesión.

En la gran feria del turismo, estuvo presente el secretario de Turismo de Santa Cruz, Alexis Simunovic. Su mirada sobre la realidad del negocio debe ser escuchada puesto que representa a una región clave que vive directamente del turismo europeo como lo es El Calafate. Dijo Sumunovic: “hay que ser claros y honestos, yo creo que para la próxima temporada el mercado europeo va a ser peor que este año”, afirmó. Pero también explicó que él, los suyos y los involucrados en turismo deberán “seguir buscando para encontrar esos nichos de mercado que a pesar de la crisis, siguen viajando. Ese el desafío que tienen tanto el sector oficial como el privado”.

Lamentablemente el Plan B de la Argentina: atraer a más argentinos, brasileros y chilenos, es también el Plan B de la industria trasandina ¿Hará turistas para todos? Esa es otra pregunta necesaria.

Existe una lógica presupuestaria detrás de este deseo regional. Ante un eventual agravamiento de la crisis internacional, y la pérdida definitiva del crédito de consumo, las vacaciones podrían, en el mejor de los casos, repensarse hacia destinos más cercanos: Mendoza, Buenos Aires, en el caso de chilenos y brasileros, Viña del Mar, Pucón, Puerto Varas, en el de los argentinos.

Desde esta perspectiva, el turismo en la zonas del sur de la argentina deberían verse beneficiadas por el afluente de cariocas y trasandinos que dejarían para otra oportunidad su soñado viaje a Europa o los Estados Unidos.

 

No todos esperan sufrir

 

Pero no todos los países ven al 2009 como a un año “cuco”. Hay destinos que sólo se imaginan en una faceta de crecimiento. No deja de ser paradójico que uno de ellos sea Colombia. 15 años atrás este país todavía podía considerarse una aventura frenddly para aquellos que quería disfrutar de una rica cultura autóctona, playas vírgenes y buen café. Como es sabido, todo eso cambió con la ola de violencia que dejó en la retina de millones de personas la postal de los tours acompañados por un grupo de paramilitares.

Pero 2009, presenta una Colombia lejos, muy lejos de la inseguridad. A tal punto que el eslogan de batalla que todavía en estos días puede escucharse en los canales internacionales dice: “El riesgo es que te quieras quedar”. El grupo de la Organización Mundial del Turismo (OMT) que en 2007 visitó Colombia quedó, según dicen, fascinado con el desarrollo de la industria turística. De allí nació la idea de elaborar un análisis sobre Colombia en el mapa turístico mundial. En este, Germán Porras, ex secretario de turismo de España de la OMT, asegura que Colombia ha logrado una nueva «imagen-país que supera los estereotipos y prejuicios acuñados a lo largo de los años de conflicto y difundidos por los medios de comunicación de masas».

Hace unos días el ministro de Comercio, Industria y Turismo, Luis Guillermo Plata, explicó: «Estamos haciendo un gran esfuerzo por revivir el turismo en Colombia. Sin embargo, aún falta mucho: más seguridad, promoción, infraestructura». Precisamente, sobre este punto Pata destacó la medida que establece un periodo de 30 años sin pagar el impuesto de la renta para hoteles nuevos o que sufren reformas. «Gracias a este incentivo tendremos 14.000 nuevas habitaciones». No es una mala idea ¿no?

Apenas algunas cifras que nos ayudarán a entender de qué hablan los colombianos cuando se trata de recuperar terreno en una competencia reñida: En el 2003 Colombia recibió 624.990 visitantes extranjeros. Una cifra que en 2008 ascendió a 1.222.102. El turismo es el tercer sector de exportación, detrás del petróleo y el carbón (2.263 millones de dólares en el 2007: 12,7 por ciento más que en el 2006).

 

Y Mexico también

 

Otro país que ve con bueno ojos un año que los demás observan castañeando los dientes, es México. Según datos oficiales, su actividad turística, la cuarta fuente de ingresos en importancia, crecería un 2.5 por ciento este año pese a la crisis financiera global. El país de los charros tuvo entradas por turismo de 12,900 millones de dólares en el 2007, de acuerdo con las cifras del banco central. Entre enero y noviembre del 2008, México alcanzó los 12,121 millones de dólares.

Hay una obviedad en su optimismo: México se despierta todas las mañana al lado de un país bautizado Estados Unidos. «El turista estadounidense no deja de hacer sus viajes y opta por lugares más cercanos. Cancún es de éstos», dijo a una agencia de notocias el presidente de la Asociación de Hoteles de Cancún, Jesús Almaguer Salazar.

Para el líder hotelero, las marcas «Cancún» y «Riviera Maya» se mantienen sólidas. Los números de Cancún y la Riviera Maya son irrefutables: la oferta de cuartos actualmente es superior a 73.000 habitaciones, un 14 por ciento del total mexicano, y la captación anual de divisas ronda los 5.450 millones de dólares, más de un tercio de lo que recibe México en conjunto.

 

Lo que puede esperar el sur o sea nosotros

 

La Patagonia es un destino mágico. Eso no se discute. Aunque hasta ahora, el acceso a sus paisajes ha estado alimentada (o insuflada) por una serie de beneficios al viajero que habrá que ver si se mantienen en los próximos años. Hasta hoy, un visitante de Europa, por ejemplo, acostumbraba a comprar, en su lugar de origen, pasajes de avión con múltiples destinos que le permitían recorrer toda Sudamérica por el mismo precio. De modo que cada cual gastaba los suyos en geografías como Cataratas y Perito Moreno, y ciudades como Buenos Aires y Río de Janeiro.

De todos modos, el ida y vuelta Europa-Sudamérica continúa siendo una experiencia y no un lujo. Si el turismo recibe adecuadas instrucciones y las condiciones necesarias se dan, esta parte del mundo podría entrar al grupo de los destinos lógicos aunque lejanos para el Primer Mundo. Las condiciones a favor todavía perduran: precios económicos en comida, alojamientos a precios razonables y de razonable calidad, viajes internos en colectivo a precios más bajos que los vueltos aéreos de cabotaje.

Habrá que esperar a las decisiones que tomen las grandes empresas del rubro, esas que arman innumerables grupos de turistas -recordemos que las compañías de turismo tienen muy presente su propia ganancia en todo esto y que funcionan como filtro y vía de acceso al turismo internacional-, y que sucede con las decisiones individuales de quienes han planificado viajar por propia cuenta. Es decir, por fuera de los tours.

Publicado en diario «Río Negro»

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